METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION SOCIAL

METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION SOCIAL 4.1 Ciencia y Método de Investigación 4.2 Fundamentos teóricos de los métodos de la investigación social 4.3 Los métodos en la sociología 4.4 Investigación Cualitativa versus Investigación Cuantitativa 4.5 La objetividad de la investigación social 4.6 Comentarios sobre la opción metodológica


En este capítulo se presentan algunas corrientes teóricas que fundamentan los métodos tradicionales de la investigación social, así como se exploran algunos métodos no tan comúnmente usados y sus fundamentos. El debate epistemológico acerca de estas divergencias en la selección de estrategias para la investigación social, tiene su motivación en cuatro puntos básicos:

a. La búsqueda de métodos de investigación que satisfagan los objetivos de tales trabajos. (La relevancia de los datos para la comprensión del problema).

b. El bosquejo de la coherencia de los métodos y procedimientos utilizados en la investigación con las acciones subsiguientes. (Ej.: participación no solamente en el planeamiento, la ejecución o la evaluación, sino en todas las fases, inclusive la investigación).

c. La opción de dar mayor importancia al sujeto en la investigación y, en lo posible, convertir esta en un acto educativo propiamente dicho. (¿Quién investiga la realidad de quién?).

d. El propósito de informar con precisión, tanto en lo que se refiere a la validez como a la confiabilidad de los datos obtenidos. (El problema de la conversión de fenómenos y procesos cualitativos en datos cuantitativos acerca de conceptos abstractos).

En primer lugar en el capítulo se precisan algunos conceptos básicos respecto a la metodología de la investigación social. Enseguida se revisan algunas corrientes filosóficas para establecer un marco teórico que pueda ayudar en la ubicación y determinación de ciertos métodos en la investigación social. Se analizan especialmente los puntos de vista para lograr conocimientos a través de reglas (lógicas; el racionalismo) o por medio de la experiencia vivida. Este debate no sólo tiene raíces en las corrientes filosóficas, sino que constituye también un punto fundamental en los métodos de aprendizaje de la educación de adultos. En la parte correspondiente al análisis de los métodos de investigación usados por la sociología se mencionan aquellos que se utilizan en los estudios específicos de la educación de adultos y de la capacitación rural, así como de los procesos sociales más amplios a los que están integrados. Ahí se presta especial atención a las características, y sobre todo a las diferencias, entre métodos cualitativos y cuantitativos, tomando como ejemplo de estos últimos la encuesta, que es el método empleado en la generalidad de las investigaciones en este campo. Al final hacemos una pequeña referencia al debate sobre la objetividad en las ciencias sociales.

4.1 Ciencia y Método de Investigación 4.1.1 La Epistemología 4.1.2 La ciencia 4.1.3 La investigación 4.1.4 La Teoría 4.1.5 El Concepto

4.1.6 La metodología y el método

Antes de entrar en el debate sobre algunos temas específicos de este capítulo es necesario precisar algunos conceptos clave y sus interrelaciones. Este apartado se inscribe en el debate epistemológico en las ciencias sociales. La revisión del mismo se enfoca especialmente al quehacer de las ciencias sociales, o sea a la investigación y las contribuciones que ésta pueda hacer a partir de la producción de conocimientos acerca de la realidad (inducción) a la teoría, así como los elementos teóricos y los conceptos que guían la producción de conocimientos a través de la investigación. El enfoque total de este trabajo sobre Investigación Participativa lleva a hacer hincapié en el método de investigación (el cómo en la producción de conocimientos) por su especial relevancia en este debate sobre alternativas en la investigación social. Anticipadamente se advierte que el método no se puede ver ni analizar independientemente del debate epistemológico global y sobre todo del discurso científico, ni de las teorías, ni de sus conjugaciones con la práctica (praxis) de los campos científicos a los que se les aplica el método.

4.1.1 La Epistemología En una primera aproximación, La Espistemología se entiende como una reflexión sobre la ciencia. Pero, ". . . la epistemología deja de constituir una simple reflexión sobre la ciencia y se transforma entonces en un instrumento del progreso científico al convertirse en organización interior de los fundamentos". (Piaget, 1979, Vol. 1, p. 52). La epistemología intenta pasar revista a todos los estudios de lo que se llama conocimiento científico. En este sentido se considera al conocimiento bajo determinadas formas científicas pero también pre-científicas, a las que no se puede negar su valor cognoscitivo puesto que preparan los progresos ulteriores. En este sentido se identifica como teoría del conocimiento, de sus fundamentos y su lenguaje. La epistemología constituye un estudio crítico de los principios de las diversas ciencias, de su valor y objetividad, implicando una reflexión sobre su origen lógico, sobre los procedimientos a través de los cuales se forman las distintas ciencias y alcanzan un conocimiento científico. Esto quiere decir que la epistemología incluye la metodología. La teoría de las ciencias es parte de la epistemología, describe la relación cognoscitiva entre el hombre (sujeto) y los fenómenos (procesos y hechos) sociales. Gnoseología es la teoría que analiza sistemáticamente los conceptos empleados en los procesos para lograr conocer e interpretar el mundo. La producción del conocimiento no puede separarse de sus circunstancias de aparición (producción). En ese sentido, interesa principalmente hablar de una historia epistemológica de las ciencias. Por lo tanto, se tiende a identificar historia de la ciencia y epistemología. Aunque la epistemología es una reflexión sobre la ciencia, sin embargo no necesariamente esa reflexión es filosofía. La epistemología es interdisciplinaria por su naturaleza; no intenta regir sobre la ciencia; por el contrario busca su integración a ella. Su objetivo no es aquello que la ciencia trata sino su discurso (el discurso científico).

4.1.2 La ciencia

La definición corriente de "ciencia" es la de acumulación de conocimientos sistemáticos. Esta definición resulta precisa sólo hasta el punto en que se definan adecuadamente las palabras "sistemático", "conocimiento" y el cómo de la "acumulación" y se acepte que éstos pueden ser diversos en tanto las ciencias tienen objetos y características específicas. Aparte de otros problemas en torno a la definición de "ciencia", existe el de reconocer o no una oposición (o por lo menos una diferencia notable) entre un objeto dado y uno no-dado, entre el conocimiento de las ciencias naturales y el conocimiento de las ciencias sociales. Esto implica -necesariamente- el problema de los métodos. Un grupo de métodos parte de considerar que los principios del conocimiento provienen de una disciplina autónoma y permiten -por lo tanto- ejercer un control normativo. Un segundo grupo de métodos, en cambio, considera como de vital importancia el modo mismo de estructuración del conocimiento. El problema principal, entonces, no radica en hallar una definición de ciencia ya que no existe una ciencia. Por consiguiente no es posible hallar términos de reducción de una ciencia a otra. En general podemos decir que las ciencias forman un "sistema de diferencias articuladas". (Badiou 1973, p. 12). Todo lo anterior nos permite hacer las siguientes observaciones: - No existe primacía del sujeto sobre el objeto y a la inversa. Ambos son partes constitutivas del mismo proceso histórico-social. - Este aspecto es más fácil de percibir en las llamadas ciencias sociales que en las naturales. Sin embargo, "la naturaleza' es una categoría social. (Mansilla, 1970, p. 30). - Las diferencias entre las distintas ciencias llevan a señalar la diferencia entre verdad fáctica y verdad lógica (y la irreductibilidad de una a otra). Hechas estas consideraciones, podría intentarse una definición de ciencia como un sistema de representaciones formales sobre un objeto. La ciencia es "creación", es "acto de descubrimiento" (Bachelard, 1973); no hay para ella una razón única o pura experiencia; tampoco admite verdades primeras, objetos pre-constituidos o quedar reducida a un reflejo inmediato de la exterioridad.

a. El objeto de las ciencias no es el mundo ni la naturaleza: su objeto se constituye a partir de la negación de los resultados de la intuición.

b. Su núcleo central no reside en el sujeto o en el objeto (tal como lo interpreta la epistemología tradicional), sino en las relaciones que entre ambos existen.

c. Complementando esta idea, tampoco puede entenderse entonces el concepto de ciencia como acumulación de datos o resultados, pues ello implica concebirla como una generalidad empírica donde la teoría constituiría un reflejo de la realidad.

Es válido considerar que "la teoría científica es un cuerpo sistematizado de conceptos que permiten la formulación de leyes (Molano, p. XXXI).

Pero así enunciada la teoría es producto de la abstracción y ésta no puede ser considerada como generalización (acumulación) sino como negación de la realidad inmediata, "como una 'disección' para aprehender su nexo interno" (Molano, p. XXXI). A partir de este proceso recién puede hablarse de la reconstrucción de elementos antagónicos a través de síntesis nuevas y sucesivas. La ciencia es un cuerpo doctrinario de proposiciones, ideas y conocimientos sistematizados y verificados, o deducidos de los mismos por medio de procedimientos lógicos. La ciencia es un producto dinámico del trabajo realizado a través de la investigación científica acerca de la descripción y la explicación de fenómenos. Así pues, por sistemático que sea, cualquier cuerpo de conocimientos comienza con axiomas o proposiciones evidentes "por sí mismas", y termina en deducciones dimanantes de dichos axiomas (Goode y Hatt, 1968, p. 16), a nivel de proposiciones científicas que, a través de la verificación metodológica, aplicando procedimientos lógicos deductivos e inductivos, conforman leyes y teorías que integran la ciencia. Asti Vera clasifica las ciencias en dos grupos basándose en la naturaleza de los objetos, métodos y criterios de verdad: a) ciencias formales y b) ciencias fácticas. Los objetos de las ciencias formales (matemática, lógica) son ideales, su método es la deducción y su criterio de verdad es la consistencia o no contradicción de sus enunciados. Todos sus enunciados son analíticos, es decir que se deducen de postulados o teoremas. "Los objetos de las ciencias fácticas, ciencias naturales y sociales, son materiales; su método es la observación y la experimentación (y, en segundo término, también la deducción) y su criterio de verdad es la verificación. Los enunciados de las ciencias fácticas son predominantemente sintéticos, aunque hay también enunciados "analíticos" (Asti Vera, p. 20); lo último especialmente a nivel descriptivo, lo primero a nivel explicativo.

4.1.3 La investigación Einstein supone que la comprensión se alcanza cuando reducimos los fenómenos por medio de un proceso lógico a algo ya conocido o evidente. La conceptualización de la palabra "investigación" es una de las más difíciles, y por la enorme variedad de actividades que se pueden entender por investigación no es fácil de definir este concepto. Asti Vera (p. 18) lo expresa de la siguiente manera: "El empleo no siempre riguroso de la palabra investigación ha inducido a algunas identificaciones abusivas: a) la investigación equivale a la indagación empírica. Quienes así piensan, olvidan que no sólo se puede investigar en el terreno de las ciencias positivas, hay una investigación humanística también... Por otra parte, la reducción de la investigación a la mera búsqueda experimental de los hechos o de datos, es invalidada por las mismas ciencias fácticas". En el sentido más genérico la investigación es el proceso de producción de nuevos conocimientos (científicos y no científicos). Se puede igualmente distinguir investigación científica e investigación aplicada.

La investigación en términos generales nunca puede ser una observación incidental, casual, puesto que es una actividad conformada de:

1. Observación selectiva y localizada, por tratarse de la búsqueda de información esencial, ya sea sobre un fenómeno (hecho o proceso) o sobre una materia, siempre desde una comparación con

2. Un marco de referencia, ya sea constituido por experiencias anteriores o por una conceptualización o una teoría y siempre por medio de

3. Un método, más (científico) o menos sistematizado.

La observación selectiva y focalizada implica la identificación del objeto, la cual a su vez suscita la dificultad de delimitar el universo, quiere decir, el total de los sujetos o hechos comprendidos. La delimitación del universo, según Torgerson, es decir, de los objetos, puede efectuarse a partir de: el sistema o de los atributos (características, funciones, procesos). A partir de ahí se hace visible que también esto influye en la selección del método:

1. Podemos tomar en cuenta pocos objetos con muchos atributos que son difícilmente separables (esto nos induce a métodos como el estudio de casos).

2. Muchos objetos con pocos atributos bien separables o aislables (nos hace inclinar hacia métodos como la encuesta). En la investigación social, difícilmente se puede lograr la separación de las características globales del objeto (Todo está relacionado con todo).

4.1.4 La Teoría Se refiere a las relaciones entre hechos o al ordenamiento de los mismos en alguna forma que tenga sentido. La teoría es un instrumento de la ciencia en el sentido siguiente:

1. define la orientación principal de una ciencia, en cuanto indica las clases de datos que se han de abstraer;

2. presenta un esquema de conceptos por medio del cual se sistematizan, clasifican y relacionan entre sí los fenómenos pertinentes.

3. resume los hechos en: a) una generalización empírica, y b) sistemas de generalización;

4. predice hechos; y

5. señala los puntos claros que hay en nuestro conocimiento. (Goode y Hatt, pp. 17-18).

Tecla, en su libro "Teorías, métodos y técnicas en la investigación social" (p. 14), menciona la definición de teoría como "sistema de un saber generalizado, explicación sistemática de determinados aspectos de la realidad". Igualmente Tecla, dentro de una concepción del materialismo dialéctico, define la teoría científica con los siguientes rasgos:

1. La teoría es un sistema de conceptos, categorías y leyes (saber generalizado).

2. Es el reflejo objetivo de la realidad.

3. Se encuentra indisolublemente ligada a la práctica.

4. Son estructuras complejas: a) cálculos formales; b) interpretación substancial.

5. La teoría científica está condicionada social e históricamente.

6. Las teorías pueden servir de guía para la transformación revolucionaria de la realidad; contribuyen a transformar la naturaleza y la vida social.

7. Las teorías sociales poseen un carácter de clase (Tecla, p. 15).

En Grzegorczyk, (p. 6) encontramos el planteamiento que podemos ubicar dentro del empirismo: "la actividad científica comienza con la acumulación de experiencias, después de la cual viene la creación de la teoría... pero la teoría implica cierto riesgo porque es una generalización o una conjetura. De ahí que la teoría es sometida a modificaciones, al paso y medida en que se realizan nuevas experiencias". "Para establecer una teoría debemos conectar las hipótesis conforme a una ordenación lógica. Por lo tanto, la lógica, ya sea utilizada intuitivamente o aplicada conscientemente como un conjunto de reglas, es el instrumento para la elaboración de las teorías" (Grzegorczy, pp. 8-9). La lógica es la ciencia normativa que estudia la estructura, o sea la forma del conocimiento y describe las leyes y reglas que hay que seguir para verificar y sistematizar los conocimientos. En cuanto a los medios para el conocimiento, podemos distinguir tres componentes: la teoría, el método y el procedimiento (o sea la organización de la producción del conocimiento a través de la investigación). Respecto a las teorías podemos indicar globalmente dos grandes campos que, posteriormente, en el apartado sobre los métodos en la filosofía, retomaremos para precisar algunos aspectos. l) El racionalismo. La verdad (del conocimiento) "no depende de nuestros sentidos; es intelectual. Las construcciones lógicas y los esquemas conceptuales forman los procesos de un pensamiento ante todo intuitivo". Se opone a una cierta metafísica (Grawitz, Tomo I, p. 19). 2) El empirismo postula que "el origen del conocimiento se encuentra en la experiencia. Cree en el valor de la observación o sea, en la sensación" (Grawitz, T. 1, p. 19). De acuerdo con esta distinción podemos dividir los procedimientos según estos dos tipos de razonamientos: 1) La deducción. "Ante todo es un medio de demostración. Se parte de premisas que se suponen seguras, en las que basan su certeza las consecuencias deducidas... Pero si la deducción demuestra, raras veces descubre" (Grawitz, Tomo 1, 1975, p. 19). 2) La inducción "es una generalización, operación por la cual se hace extensivo a una clase de objetos lo que se ha observado en un individuo o en algunos casos particulares" (Grawitz, Tomo 1, 1975, p. 19). La teoría se puede entonces desarrollar inductivamente, o sea a través de la observación, comparación y verificación para llegar a la generalización; o bien, deductivamente, o sea axiomáticamente, a partir de postulados generales que conducen a teorías específicas; o bien la combinación de éstos. En la investigación se deducen de las teorías elementos para la formulación del problema, de las hipótesis y de los conceptos. En tanto que la teoría es una sistematización de los conocimientos coherentes que existen sobre un tema o una materia, orienta la investigación y los métodos que habrá que emplearse en ella.

4.1.5 El Concepto

El concepto en sí es un elemento clave en la investigación. La conceptualización de un fenómeno se logra a través de la determinación de sus propiedades inherentes, que se pueden describir a través de sus semejanzas, diferencias, asociaciones y/o reforzamientos. Podemos referirnos al sistema teórico de cualquier ciencia denominándolo sistema de conceptos o sistema conceptual. "Ahora bien, empleamos estos términos para que nos representen los fenómenos o aspectos de los mismos, que estamos investigando. Por consiguiente, cuando formulamos una proposición, utilizamos los conceptos como símbolos de los fenómenos que estamos estudiando, y en realidad, son estos fenómenos fundamentales los que estamos relacionando entre sí. Sin embargo, debido a que estamos tratando directamente sólo con los conceptos, es evidente que a veces podemos confundir el concepto con el fenómeno del que se supone que es símbolo" (Goode y Hatt, 1969, p. 57; el cursivo es del autor). El concepto es una abstracción simbólica (verbal) de un fenómeno concreto. Por ejemplo, el concepto "pino". Bien sabemos que no hay dos pinos iguales. Varían en su altura, grosor, color, dirección de las ramas; pueden tener frutos, pero igual, mucha gente reconoce inmediatamente si un árbol es o no un pino (justamente en estas conceptualizaciones pueden lograr los analfabetos niveles de conocimientos sistemáticos sumamente elevados, como demuestra con tanto rigor Claude Levi-Strauss en: "El Pensamiento Salvaje, la ciencia de lo concreto"). Para que "pino" sea un concepto, éste también tiene que servir para distinguir todos los pinos de las demás plantas, árboles y otros fenómenos o hechos. Más complicada aún es la conceptualización de procesos (como por experiencia sabemos) por ejemplo, la conceptualización de los procesos de participación o investigación social. Generalmente se empieza a través de un inventario (investigación descriptiva o diagnóstica) de los procesos que comúnmente se llaman participación o investigación social. De ahí se van a apreciar diferencias también internas dentro de estos procesos. En el ejemplo de participación se pueden distinguir las formas en las que los participantes: a) pueden opinar; b) tienen derecho de recibir toda la información; c) pueden tomar en su conjunto decisiones; d) pueden además implementar esas decisiones; e) pueden evaluar; y f) pueden dirigir procesos complejos y tener la plena responsabilidad para un determinado proceso (autogestión). En el caso de la investigación podemos distinguir diferentes métodos, procedimientos, técnicas e instrumentos. De ahí viene la tendencia a poner adjetivos al concepto principal para distinguir sus diferentes formas, como por ejemplo, investigación social. O introducir un nuevo concepto para diferenciarlo de las demás formas, como en el caso de autogestión, que se distingue de las demás formas de participación. Mayor dificultad entraña la conceptualización de sistemas abstractos como son ideología, religión, etc. Del concepto podemos dar un paso hacia la definición operacional. Este tipo de definición nos traslada de la abstracción (del concepto) a la instrumentalización de la observación de un fenómeno. De vez en cuando se confunden los conceptos con las definiciones operacionales de los mismos, como es el caso del físico Bridgman (The Logic of Modern Phisics, McMillan, 1927) y de algunos sociólogos pragmáticos.

Bridgman planteó: "En general, por conceptos entendemos sólo un conjunto de operaciones. La significación de una propuesta es su verificabilidad". La definición operacional se puede entender como aquellas operaciones "en las que el concepto se define mediante las operaciones que permiten medirlo" (Grawitz, Tomo 11, p. 321, lo menciona como definiciones operativas).

El concepto ligado con lo anteriormente mencionado es el paradigma. Paradigma es: "el conjunto de las estructuras conceptuales diferentes, pero que corresponden, en todos los casos, a categorías verbales unívocas y usuales" (Greco, 1972, p. 12). Paradigma entonces es la interpretación de lo que está y es: a) La mejor construcción teórica alcanzada, en tanto que supera a otras. b) Es la más comprensiva en tanto que explica el mayor conjunto de hechos o procesos observados o la mayor cantidad de aspectos de uno de ellos, expresado en símbolos. Siguiendo a Kuhn (1975),el paradigma es la mejor construcción teórica alcanzada que explica la mayor parte de los hechos o procesos observados. En tanto que puede ser superado, el paradigma tiene en sí una connotación dinámica. Los rasgos más generales del concepto son:

1. Es un producto del conocimiento. El concepto es una de las formas qué reflejan el mundo en el pensar.

2. Los conceptos no son estáticos; se desarrollan de acuerdo con la experiencia social.

3. Los conceptos científicos son el reflejo objetivo de las propiedades y relaciones de los fenómenos.

4. Son generalizaciones.

5. La formación de conceptos se establece a través de las sensaciones, análisis y síntesis, la abstracción, idealización, generalización y el silogismo.

6. Son puntos de apoyo del conocimiento y sirven de instrumento a la praxis (Tecla, 1976, pp. 25-26).

4.1.6 La metodología y el método La metodología (meta= a través de, fin; oídos= camino, manera; lógos= teoría, razón, conocimiento): es la teoría acerca del método o del conjunto de métodos. La metodología es normativa (valora), pero también es descriptiva (expone) o comparativa (analiza). La metodología estudia también el proceder del investigador y las técnicas que emplea. Grzegorczyk, en su libro "Hacia una síntesis metodológica del conocimiento", dice: "lo esencial del conocimiento excede los límites de la metodología". Más adelante señala, en la misma página, "en algunas ciencias la curiosidad se satisface más por medio de la observación y la experimentación, en tanto que el deseo de comprender encuentra su satisfacción en la teoría" (Grzegorczyk, 1967, p. 5). Esta referencia nos indica la necesidad de coherencia entre el método (el "cómo") empleado y la teoría que proporciona el marco en el cual se insertan los conocimientos buscados, o sea el contenido ("el qué " ) . Evidentemente, la teoría y, como veremos más adelante, los métodos implican por lo general una opción ideológica; quiere decir, en sentido genérico, un enfoque basado en un sistema coherente de ideas, que nos indiquen el "para qué" de la investigación.

En términos simples, quiere decir que la investigación tiene siempre un objetivo implícito que de vez en cuando es explicitado por el investigador. En algunas investigaciones encontramos cuestionamientos del papel del investigador en la sociedad, que se refieren a su identificación con

una problemática y por consiguiente se ocupan del planteamiento con la pregunta de "para qué" y "para quiénes". El método. Una definición del método la encontramos en Mendieta Alatorre (1973, p. 31). "Método es el camino o medio para llegar a un fin, el modo de hacer algo ordenadamente, el modo de obrar y de proceder para alcanzar un objetivo determinado" En Madeleine Grawitz se encuentra una serie de definiciones de método más completa que en otros libros sobre la materia) (Grawitz, 1975, Tomo 1, pp. 290-291).

1. El método, en el sentido filosófico, "está constituido por el conjunto de operaciones intelectuales por las que una disciplina trata de alcanzar las verdades que persigue, las demuestra y las verifica" (Método en el sentido general de procedimiento lógico).

2. El método, como actitud concreta en relación con el objeto, "dicta especialmente formas concretas de enfocar y organizar la investigación, pero esto de forma más o menos imperativa, más o menos precisa, completa y sistematizada" (ej. método experimental, método clínico).

3. El método, ligado a una tentativa de explicación, "se vincula más o menos a una posición filosófica (... y) ante todo persigue un esquema explicativo que pueda ser más o menos amplio y situarse en un nivel de profundidad muy diferente" (ej.: el método dialéctico es empírico y supone observaciones concretas; el método estructural, etc.).

4. El método, relacionado con un dominio particular "se aplica a una esfera específica y supone una forma de proceder que le es propia (el método histórico, el método psicoanalítico y otros, también se relacionan igualmente con una concepción teórica de conjunto de la psicología o de la sociedad...).

La Teoría define más bien el "qué", mientras que los problemas de los métodos, ligados al contenido, pero de otra forma, dan una respuesta a la pregunta "cómo" (Grawitz, Tomo I, p. 291). De manera operacional en el sentido positivista se puede formular el concepto de método así: El método (en la investigación social), es un conjunto de estrategias y procedimientos acerca de: a) la definición de conceptos, la conceptualización, b) la verficación de hipótesis, c) optimización de la objetividad (validez y confiabilidad), d) la selección de técnicas e instrumentos que explicitan el enfoque del investigador para lograr conocimientos acerca de los aspectos de la realidad social. El método en la investigación social podemos definirlo como la estrategia (eventualmente incluyendo los procedimientos) que se emplea para la adquisición de conocimientos y datos informativos acerca de la realidad social. El método de investigación depende de la historia de la ciencia misma. Es decir: hasta la conceptualización de "método" depende de la corriente en que se inscribe el investigador, como también del marco teórico que maneja y del problema (ubicado en un ámbito social) que investiga. Es costumbre, en los manuales de investigación social, confundir métodos y técnicas de la investigación social. Como la técnica es la mayor parte del método de trabajo, se hace comprensible que estos autores (especialmente los del positivismo y del estructural-funcionalismo, que conforman la mayoría de los manuales provenientes del ámbito cultural de los EE. UU.), centran su interés casi exclusivamente en la recolección de datos confiables cuantitativos y no demuestran mucho interés en otros aspectos metodológicos.

Las técnicas "son procedimientos operativos rigurosos, bien definidos, transmisibles, susceptibles de ser aplicados de nuevo en las mismas condiciones y adaptados al género de problema y de fenómeno en cuestión... La elección de las mismas depende del objetivo perseguido, el cual va ligado al método de trabajo" (Grawitz, Tomo 1, p. 291). Acerca de la diferencia entre método y técnica, Grawitz dice en la misma página lo siguiente: ". . La técnica representa las etapas operacionales limitadas, unidas a unos elementos prácticos, concretos, adaptados a un fin definido, mientras que el método es una concepción intelectual que coordina un conjunto de operaciones y, en general, diversas técnicas". Para un buen trabajo de investigación no basta el empleo de una técnica precisa, tampoco es suficiente aclarar los aspectos metodológicos; se necesita también un marco teórico claro y una conceptualización precisa de los problemas relevantes a ser investigados. 2 Fundamentos teóricos de los métodos de la investigación social 4.2.1 Positivismo 4.2.2 El materialismo dialéctico 4.2.3 Reglas o experiencias vividas En este apartado se revisan únicamente dos corrientes dominantes que siguen teniendo mucha influencia en los métodos implicados en la producción de los conocimientos en la investigación social. La revisión no pretende ser completa sino exclusivamente mostrar unos fundamentos teóricos y unas críticas. Después de este análisis del positivismo y del materialismo dialéctico se revisarán algunas observaciones sobre la experiencia vivida y la interpretación de los fenómenos y procesos sociales, que a su vez aportan bases metodológicas para la investigación. Este estudio comparativo de elementos epistemológicos y metodológicos entre el positivismo y el materialismo dialéctico no es una oposición de dos corrientes, sino una revisión de argumentos de un debate más amplio del carácter específico de las ciencias humanas. Dilthey ya señaló en el siglo pasado que el mundo natural puede ser observado solamente desde afuera mientras que los procesos sociales pueden ser observados desde adentro y pueden ser comprendidos e interpretados solamente por la razón que nosotros mismos pertenecemos a este mundo. En segundo lugar, mencionó que las relaciones entre los fenómenos del mundo natural son relaciones causales mecanicistas, mientras que las relaciones entre los fenómenos sociales son relaciones de objetivos, valores, juicios y sentidos. El hecho que el estudio de los fenómenos sociales no tenga que estar enfocado a establecer relaciones causales o la formulación de leyes universales tiene sus consecuencias a nivel epistemológico y metodológico. Popper (1976), en La Miseria del Historicismo menciona, de la misma manera, algunos la aplicación de los métodos de las ciencias naturales a las sociales, por razones de la diferencia entre la explicación casual en las primeras y la interpretación de propósitos y significados en las ciencias sociales.

4.2.1 Positivismo

El positivismo se opone a la metafísica e intenta seguir los métodos de las ciencias naturales y aplicarlos a las ciencias humanas. El positivismo se fundamenta en el Francis Bacon y Thomas Hobbes, perfeccionando luego en el siglo XVIII, especialmente por Hocke y Hume, en lo que se refiere a sus procedimientos inductivos. Hume mismo señala que los procedimientos inductivos ("método inductivo") no pueden llevar a conocimientos objetivos ("ciertos"). Esto se debe al hecho que, para comprobar las leyes o teorías que se han formulado como procedimientos inductivos se necesita realizar una comprobación de los mismos, es decir, siempre se necesita recurrir a procedimientos reductivos. A partir de Comte (1850) se pueden distinguir tres orientaciones:

1. El pragmatismo, que busca la verdad y la utilidad y está basado en el positivismo filosófico.

2. El operacionismo, que busca investigar los fenómenos sociales a través de indicadores medibles y se basa en el positivismo lógico.

3. El "behaviorismo" que observa el comportamiento visible y está basado en la filosofía analítica.

En su forma clásica, a partir del biólogo A. Comte, la filosofía del positivismo busca la explicación causal a través de un modelo orgánico de la sociedad, con una fuerte inclinación hacia el orden y el control de las variables de la investigación. Por lo tanto, su método, casi exclusivo, es el experimental. El positivismo, consecuentemente, niega la historia como ciencia, por razón de que la historia no se somete a la observación y comprobación directa. Acepta, a priori, la adecuación del pensamiento con la realidad, a la que considera como un "dato", sin percibir, consecuentemente, el valor estructurante de la teoría (que va más allá del dato empírico). El positivismo busca la precisión en las observaciones de los hechos sociales por separado y, por consiguiente, rechaza todo concepto universal. Por lo tanto, resulta difícil estudiar los procesos en la sociedad global y por su carácter a-histórico está imposibilitado de dar los elementos para la interpretación de los cambios sociales. Por el empleo del modelo orgánico, el positivismo proporciona elementos teóricos que explican los procesos sociales como sistemas, en los que ocurren desequilibrios. Resulta difícil encontrar, dentro de un modelo orgánico, los elementos teóricos que explican los cambios estructurales. Esta inclinación tiene sus consecuencias para los enfoques y los métodos basados en el positivismo. Por otra parte, el positivismo tiene elementos subjetivos en la selección arbitraria de las experiencias que estudia y, más aún, en los intentos de explicación de las relaciones de esas nociones elementales (atomísticas) con la sociedad global. El neopositivismo está representado por el neopositivismo filosófico de Russell y Wittgenstein y el Círculo de Viena y por el neopositivismo sociológico de Lundberg y posteriormente Lazarsfeld, Guttmann, Blalock, Boudon y otros. Además tiene fuerte influencia en el racionalismo crítico de Popper y Albert, entre otros. En general, el neopositivismo presenta las siguientes características:

1. Sigue el modelo de las ciencias naturales.

2. Se inscribe en el operacionismo y en el cuantitativismo, lo cual se pone de manifiesto en el auge y perfeccionamiento de los procedimientos estadísticos, especialmente los cálculos de probabilidad.

3. Las investigaciones tienen un marcado elementarismo o atomismo (opuesto al "holismo").

4. Pretende la objetividad o sea, una ciencia Iibre de valoraciones.

5. Si bien deja de lado la aplicación estricta de los criterios de las ciencias físicas, el "fisicalismo" (que caracteriza al positivismo clásico), considera que el procedimiento lógico de la explicación causal debe ser el mismo en todas las ciencias.

6. Las concepciones evolucionistas (y organicistas) dejan de tener la importancia que se les asignaba en el positivismo clásico.

Las críticas al positivismo y neopositivismo son muy variadas. Algunas se mencionan en el apartado sobre objetividad en las ciencias sociales. Bourdieu (1978, p. 19) señala lo siguiente: el positivismo efectúa sólo una caricatura del método de las ciencias exactas, sin acceder ipso facto a una epistemología exacta de las ciencias del hombre. De hecho, el carácter subjetivo de los hechos sociales y su irreductibilidad a los métodos rigurosos de la ciencia, conforma una constante en la historia de las ideas que la crítica del positivismo mecanicista sólo reafirma (Bourdieu p. 19). Otra crítica es formulada por Kon (p.72): Como la tarea de la ciencia se reduce a un análisis de las "manifestaciones", que siempre están en un sólo plano, desaparece así el problema del deslinde entre lo casual y lo necesario, el fenómeno y la esencia, los procesos profundos y los superficiales, etc., reduciendo la tarea de la sociología a una simple descripción del fenómeno. En el marco de este estudio se puede agregar que el positivismo implica una marcada separación entre el sujeto (investigador) y el objeto (la realidad investigada, inclusive las personas investigadas). Por otra parte, la filosofía del positivismo induce al mantenimiento del status y a la monopolización del conocimiento por parte de una élite intelectual, mayormente al servicio de la clase dominante. Mansilla (p. 80) dice: "Comte se interesaba por la investigación de los hechos en lugar de ilusiones trascendentes, por la certeza en lugar de la duda, por la organización en lugar de la negación y la destrucción. La teoría de Comte fue una apología ideológica de la sociedad burguesa. Aparte de ello, llevaba el germen para la justificación de un sistema autoritario. El irracionalismo que contenía y que caracterizó la posterior ideología autoritaria, inició el ocaso del liberalismo". La ideología influye en la metodología de la investigación social, como podemos demostrar en el ejemplo del individualismo (que está fuertemente representando en muchas teorías del aprendizaje). Por ejemplo, el individualismo filosófico de René Descartes, el individualismo político de John Locke, el individualismo pedagógico de Jean Jacques Rousseau, el individualismo económico de Adam Smith. Esta influencia se refleja todavía en la preponderancia del empleo del método de la encuesta a través de un cuestionario. El empleo de este método (sobre todo en combinación con esa técnica) tiene como una de sus características más sobresalientes: la investigación de una realidad social por medio de la obtención de información verbal de sujetos, a quienes se les trata como individuos fuera de su contexto social y de su realidad histórica.

El positivismo ha impulsado fuertemente el empirismo en la investigación social. El empirismo se caracteriza por el individualismo, la atomización de la sociedad y la incapacidad de captar las estructuras sociales, inclusive la explicación de los cambios sociales por la falta de perspectiva histórica; Lowy (1979, pp. 17 y 18), lanza la siguiente crítica al positivismo que, en lo que se refiere a la investigación social, se comparte en este estudio.

El error fundamental del positivismo es pues la incomprensión de la especificidad metodológica de las ciencias sociales en relación a las ciencias naturales, especificidad cuyas causas principales son:

1. El carácter histórico de los fenómenos sociales, transitorios, perecederos, susceptibles de ser transformados por la acción de los hombres.

2. La identidad parcial entre el sujeto y el objeto del conocimiento.

3. El hecho de que en los problemas sociales están en juego las miras antagónicas de las diferentes clases sociales.

4. Las implicaciones político-ideológicas de la teoría social: el conocimiento de la verdad puede tener consecuencias directas sobre la lucha de clases.

La pretensión de muchos sociólogos empiristas de abstenerse de juicios sobre la realidad social no solamente ha dado las pautas para investigaciones descriptivas con métodos parecidos a los empleados en las ciencias naturales. También ha impulsado trabajos que refuerzan el statu quo. Sin embargo, no se puede negar gran precisión en los datos cuantitativos. El significado subjetivo de la dialéctica se refiere a la relación tensa entre el sujeto humano y la realidad objetiva (Bertels, p. 17). Los neo-marxistas buscan la relación entre la objetividad y las experiencias subjetivas, como se puede percibir en los nuevos estudios de la alienación, en el sentido de experiencia humana, en los trabajos de Marcuse, Kolakowski y parcialmente también en el romanticismo de Bloch. La misma diferencia metodológica se puede percibir entre los existencialistas (experiencia) y los analíticos (ej. Wittgenstein y sus reglas lógicas). Es evidente que en la filosofía de las ciencias se encuentra una gran variedad de enfoques. Retomamos el ejemplo del positivismo, siendo éste actualmente la tendencia central en la investigación social, que se opone al método fenomenológico. Se le puede ilustrar a través de un representante del positivismo estricto, como Mario Bunge, quien expresa en toda su obra una fuerte preferencia por el método experimental: "El método científico, aplicado a la comprobación de afirmaciones informativas, se reduce al método experimental" (Bunge, 1977, p. 52). Y por otro lado, Bunge hace muy duras críticas a otras corrientes: "piénsese, por ejemplo, en una filosofía oscurantista tal como el existencialismo, enemigo de la ciencia lógica y de la ciencia... O tómese la fenomenología y la filosofía lingüística de Oxford (nota: Bunge se refiere probablemente a Alfred Aver, Language, Truth and Logic y a Gilbert Ryle, ambos de Oxford, porque los más conocidos de esta corriente: Moore, Russell y Wittgenstein, son de Cambridge, y Chomsky, del Massachusetts Institute of Technology o se equivoca si es que quería abarcar a Chomsky. A. D.S.) oscura la primera y trivial la segunda pero igualmente desinteresadas de la ciencia y carentes del equipo lógico y metodológico necesario para analizarla: está claro que estas filosofías al ser ignorantes de la ciencia empirista, tal como el positivismo, promoverán la recolección de datos y el entusiasmo por la exactitud, facilitando así el nacimiento de la ciencia" (Bunge, 1972, p. 284 ¡¡¡Sic!!! La miopía del positivismo).

4.2.2 El materialismo dialéctico

El materialismo dialéctico es la filosofía de la ciencia que se rige, en el aspecto metodológico por la dialéctica La dialéctica es el método de aproximación al conocimiento objetivo de la realidad, como

totalidad: la realidad física, biológica, social y cultural. La dialéctica intenta una explicación de las contradicciones y conflictos en la sociedad formulando de esta manera una actitud analítico-sintética respecto al objeto. El materialismo, como teoría general de las ciencias o filosofía, es la concepción científica del mundo, basada en una realidad material (que incluye a los procesos sociales), que es objeto del conocimiento del hombre, al que incluye como sujeto. En este sentido el conocimiento objetivo se logra -a través de la interacción y la acción conjunta entre sujeto y objeto- en el proceso de transformación de la realidad de la cual forma parte. El materialismo se contrapone al idealismo y a la metafísica, en lo que coincide con el positivismo. No obstante, existen características del método dialéctico, en el materialismo dialéctico, que lo distinguen del positivismo. Alonso (1977, p. 45) menciona, seguido de Tecla, Lukács, Kosik y Marx, las siguientes características del método dialéctico en las ciencias sociales:

1. El compromiso (no neutralidad) de la auténtica ciencia social con los intereses de clase.

2. El carácter histórico de todo proceso social que debe tenerse en cuenta para conocer los eventos concretos.

3. El principio de totalidad que parte de los grupos y clases sociales (no de los individuos como el empirismo).

4. Es ajeno a la creación de modelos abstractos y a-históricos.

De tal manera Tecla (1976, p. 63) indica que la teoría parte de los hechos y por otro lado, que el materialismo dialéctico realiza el proceso del conocimiento científico a través del paso de lo abstracto a lo concreto. Esta observación nos acerca mucho al planteamiento en el diálogo de Menón, que se menciona al final de este capítulo. Esto se refiere a lo que Marx indicó: que la ciencia es una empresa de transformación, de "construcción de la realidad a partir de una teoría". Después de estas afirmaciones se hace contradictorio que Alonso (1977, p. 133) indique "la neutralidad científica, en este sentido, (se refiere a la aplicación de los principios de la lógica), es evidentemente admitida y defendida por los sociólogos críticos marxistas". Como él mismo ha indicado en el mismo documento es justamente la no neutralidad, el compromiso, lo que es una característica esencial del materialismo dialéctico. Esto de ninguna manera excluye la objetividad, validez y confiabilidad en la producción de conocimientos a través del método dialéctico, a través de la aplicación adecuada de las reglas de la lógica. El materialismo histórico, es la ciencia del desarrollo histórico y social que estudia la sociedad en su totalidad, especialmente los procesos y las leyes que guían sus transformaciones y su desarrollo. La metodología de las ciencias, en tanto que búsqueda de la coherencia entre la teoría y los métodos de investigación, especialmente en las ciencias sociales, plantea fundamentalmente un problema epistemológico, que visualiza una relación entre una concepción ideológica (una concepción del mundo) y un marco teórico proporcionado por la ciencia del materialismo histórico. El materialismo dialéctico comienza por algunas premisas teóricas generales ya formuladas en la teoría sociológica general. En esta teoría sociológica se ha formulado, partiendo de la realidad, por vía analítica, los conceptos abstractos fundamentales y las ramas del desarrollo social "en forma pura", para detectar el desarrollo y los cambios sociales a través de la investigación empírica. La investigación empírica busca estudiar los procesos sociales en situaciones concretas, para detectar a partir de ahí las fuentes del desarrollo histórico.

Bourdieu (1978, p. 25 siguiendo a Bachelard, indicó que "el hecho científico se conquista, construye y comprueba". Esto implica "rechazar al mismo tiempo el empirismo que reduce el acto científico, la investigación social, a una comprobación... la prueba experimental no es sino tautológica en tanto no se acompañe de los supuestos teóricos que fundamentan una verdadera investigación. . ." En definitiva "el conocer debe evolucionar junto con lo conocido" (Bachelard, 1973) es decir, la metodología de la investigación se desarrolla a la par con la teoría científica. La gran producción de la literatura marxista, sin embargo, no ha logrado precisar métodos y técnicas propias para el materialismo dialéctico. A pesar del gran desarrollo teórico en el materialismo histórico y epistemológico en el materialismo dialéctico, hay que señalar que en la praxis de la investigación sobre los fenómenos sociales se encuentran muchas semejanzas con los positivistas y empiristas, por más que existen fuertes críticas a estas corrientes. La encuesta, como instrumento, goza también de gran popularidad entre los estudiosos del materialismo histórico en los países socialistas, aunque es la expresión del enfoque atomizador y a-histórico de los empiristas.

4.2.3 Reglas o experiencias vividas El positivismo y el materialismo dialéctico no suministran la totalidad de los elementos relevantes para visualizar las bases teóricas para la investigación participativa en la educación de adultos. De hecho existen múltiples oposiciones en los dilemas metodológicos en la filosofía actual. Esquemáticamente, sin pretender ser completo, pueden basarse en:

1. La experiencia vivida (ej. Merleau-Ponty) o las reglas (Nagel).

2. La hermenéutica (Ricoeur) o la dialéctica (Hegel).

3. El análisis científico (Russell) o la acción (Sartre).

4. Los fenómenos (Levinas) o las estructuras (Chomsky).

5. Cambios evolutivos (Popper) o cambios revolucionarios (Marcuse).

6. Visión, percepción, evidencia (Husserl) o reglas lógicas, formas de vida (Wittgenstein).

La oposición entre reglas y experiencia vivida en la producción de conocimientos resulta de particular interés en esta parte del estudio, dado que la última proporciona elementos para fundamentar la investigación participativa. De la misma manera, en la educación de adultos se puede encontrar un énfasis en el aprendizaje a través del intercambio de experiencias vividas. En la filosofía encontramos las bases para lograr un conocimiento de una cierta problemática por medio de la "experiencia vivida", especialmente en los trabajos de Paul Ricoeur y de Maurice Merleau Ponty (Ricoeur: 1950, 1955 y Merleau Ponty: 1945, 1948). Ricoeur se opone, en el ámbito metodológico, al análisis estructural e indica la hermenéutica ambigua (interpretabilidad múltiple) como método para hacer valer los diversos sentidos de los símbolos fundamentales de la cultura humana. La hermenéutica forma el centro de los métodos de análisis en la investigación social en el trabajo de Jurgen Habermas. El que se basa también en la experiencia y se opone así a la metodología de la filosofía analítica. De tal manera rechaza el logro de un conocimiento solamente a través del análisis de las reglas del comportamiento, o sea, indica la debilidad epistemológica del conductismo en la psicología.

La experiencia vivida juega también su papel en la filosofía de Marcuse y Kolakowsky para encontrar la relación entre el sujeto humano con su libertad y la objetividad social con su desarrollo ideológico (Bertels, 1972, p. 18). Las reglas, que encontramos más estrictamente representadas a partir de Descartes y Leibnitz en los estructuralistas, culminan en la lógica simbólica. Estas perspectivas influyen fuertemente en diferentes ciencias; por ejemplo en la psicología. Ahí se manifiesta esta influencia especialmente en el conductismo (ej. Skinner). Skinner fue duramente criticado por sus conceptos tecnocráticos del comportamiento, entre otros por Chomsky, quien -en esta tipología- se acerca más, en cuanto a su método, a "las reglas" que a la "experiencia". Uno de los problemas más sobresalientes en los métodos de investigación social, es la interpretación de la información obtenida de una realidad social. Es el problema del salto de los datos empíricos en la investigación descriptiva, a través del análisis de los mismos a la interpretación, basada en la teoría. Ahí nos encontramos con lo que a partir de Karl Jaspers, se denominó ciclo hermenéutico (en Allgemeine Psychopathologie, Berlín, 1959, Tomo 1, capítulo 5). El ciclo hermenéutico se refiere al intercambio recurrente entre observaciones, presunciones (interpretaciones tentativas), expectativas y verificaciones de datos nuevos y evaluaciones, que dan acceso a nuevas interpretaciones que comprenden más datos. La experiencia y la ambigüedad de sus interpretaciones (contrariamente a la univocidad en la metodología de las ciencias) están fuertemente representadas en las obras de Ricoeur y Merleau Ponty. La hermenéutica a su vez cobra mucha importancia entre los neo-marxistas y los representantes de la escuela de Frankfurt, o sea en el enfoque crítico dialéctico. Los fundamentos del materialismo dialéctico se acercan más a las reglas (objetividad) del estructuralismo, sosteniendo, como planteó Marx, que los cambios objetivos de la realidad, fuera de nuestra conciencia, tienen un carácter dialéctico, quiere decir que es un proceso que se desarrolla según contradicciones (tesis-antítesis-síntesis). En tanto no exista ninguna posibilidad de cambiar la estructura social y las relaciones sociales existentes, podemos, para su estudio, emplear las mismas teorías y métodos que en las ciencias naturales. En este estudio se parte del enfoque de la educación de adultos, dentro del marco de la educación permanente, como: Una formación crítica reflexiva. Un proceso que no busca en primer lugar reproducir las relaciones sociales existentes en la sociedad, sino una participación activa en la transformación de las estructuras existentes. Una estrategia de apoyo a los grupos marginados y dominados para participar en el poder y a través de sus organizaciones lograr condiciones sociales y políticas acordes a sus necesidades e intereses.

Por lo tanto, los procesos de investigación social inscritos dentro de este enfoque de la educación de adultos, tendrán que tomar en cuenta el conocimiento popular como un elemento importante por

más que en buena parte esté fundamentado en la intuición. Por otra parte, tendrá que tomar en cuenta un análisis dialéctico de los procesos históricos y de la estructura social relevante para los sujetos de la investigación. Es en base a estos lineamientos que se puede lograr una auténtica participación de los investigadores profesionales con la comunidad y una conjugación de las experiencias vividas con las reglas para la sistematización, análisis e interpretación de los mismos. El método fenomenológico tiene como objeto de investigación el fenómeno y como instrumento de conocimiento la intuición. Para Husserl, la intuición equivale a la visión intelectual del objeto de conocimiento, de lo dado, que en el lenguaje fenomenológico, es el fenómeno lo que aparece (Hsserl, "Meditaciones Cartesianas"). La intuición o visión es la forma de conciencia en la cual una cosa se da originariamente, o como dice Husserl: "La visión dialéctica, no meramente la visión sensible, empírica, sino la visión en general, como forma de conciencia en la que se da originariamente algo, cualquiera que sea esa forma, es el fundamento último de todas las afirmaciones racionales". En base a lo analizado en este sub-capítulo podemos afirmar que la investigación participativa requiere los elementos del método dialéctico, según lo indicado en el materialismo dialéctico, conjugado con una visión fenomenológica pero no excluye el empleo del positivismo para lograr una descripción concisa de hechos a nivel de diagnóstico 4.3 Los métodos en la sociología La relevancia del debate metodológico ya quedó de alguna manera indicada en los apartados anteriores, dado que la metodología forma el puente entre la epistemología, la teoría y la praxis de la investigación social. No obstante, el punto de vista de Poincaré en el sentido que los sociólogos se van preocupando más por producir métodos que datos, conlleva, en algunas corrientes, algo de verdad. La cuestión del cómo (el método) ocupa un lugar primordial en el debate sobre la investigación social, juntamente con la definición del objetivo y del objeto. Comparativamente con la observación sobre la relevancia del debate metodológico en la investigación social, se puede señalar que el debate sobre las alternativas del desarrollo tampoco está centrado en la cuestión si es necesario lograr un desarrollo, sino en el problema del cómo y del para qué (estrategia, enfoque y política). Esto tiene que ver en el caso del método, que el cómo del desarrollo está estrechamente ligado a la teoría y a la metodología. No es entonces como dicen algunos una "metodologitis crónica y perniciosa" gratuita. En la sociología existe un sinnúmero de métodos y tipologías de métodos, según los diferentes criterios de diversos autores. En cuanto a la investigación podríamos distinguir, por ejemplo, métodos que se basan en: a) la medición cuantitativa de fenómenos sociales; b) la observación, o c) la comparación. Para dar un ejemplo, aunque en casi todos los libros sobre la materia se encuentran diferentes tipologías de métodos, se mencionan los siguientes (parcialmente basados en Koening, 1957, pp. 6-8): 1) Método histórico. Que estudia los eventos, procesos e instituciones de las civilizaciones, con el propósito de encontrar los orígenes o antecedentes de la vida social contemporánea y de esta manera comprender su naturaleza y funcionamiento. Se parte de la idea de que nuestras costumbres y formas de vida social tienen sus raíces en el pasado.

2) Método comparativo. Involucra la comparación de diferentes tipos de instituciones o grupos de gente para analizar y sintetizar sus diferencias, así como sus similitudes. Se parte del supuesto de

que estas divergencias y similitudes permiten conocimientos precisos de ciertos fenómenos, instituciones, estructuras y culturas. 3) El método estadístico cuantitativo. Mide matemáticamente los fenómenos sociales, para analizar sus relaciones y así llegar a generalizaciones sobre su naturaleza y significado. Se parte del supuesto de que los datos cualitativos pueden ser convertidos en términos cuantitativos (el ejemplo más conocido es la sociometría). 4) Método de estudio de casos. Puede ser empleado para el estudio de una situación, una comunidad, un grupo, una institución o un individuo. El método de estudio de casos es un método descriptivo en el que se maneja un gran número de variables e indicadores. Generalmente no se parte de un problema definitivo ni de hipótesis. Se intenta lograr una descripción precisa de una realidad limitada sobre una variedad de fenómenos, estructuras y procesos en los que se hace resaltar sus características particulares. En este caso se parte del supuesto de que un caso particular es representativo para muchos otros casos similares que hacen posible una generalización. 5) Método de comprensión (Verstehen). Se emplea para el estudio de fenómenos sociales que tendrían que ser evaluados en cuanto a su significado intrínseco. El investigador tiene que entender cuál es el significado para los individuos de un grupo de ciertos compromisos asumidos por ellos mismos. Este método, detalladamente descrito por Max Weber, se distingue entonces de los métodos estrictamente empírico-científicos. (Véase: 4.4.2 Los métodos cualitativos). 6) El método experimental. Este método se ha diseñado a partir de las investigaciones en las ciencias naturales. Se caracteriza por la manipulación de una o varias de las variables independientes por parte del investigador, para estudiar los efectos de estas variaciones en las variables dependientes. En el método experimental se trabaja a través de hipótesis bien precisas para descubrir relaciones causales. En el empleo de este método, se supone que el investigador puede modificar intencionalmente una o más variables y que éstas son las que causan variaciones entre otras en las que intervengan otros factores o variables (intervinientes) que produzcan efectos sobre la relación existente entre las variables a ser investigadas. Dado que en los procesos sociales es imposible modificar todas las variables que uno quisiera, ni crear siempre una situación aislada de otras influencias (la existencia experimental), este método encuentra poca aplicación en la sociología y en la economía entre otras. No obstante, ha gozado de largos períodos de popularidad en la psicología y en la aplicación de la misma en la educación. 7) Método funcionalista. Estudia los fenómenos sociales desde el punto de vista de las funciones que cumplen las instituciones o estructuras sociales, como por ejemplo, clases, en una sociedad. El funcionalismo afirma que el sistema total en una sociedad está compuesto de partes que están interrelacionadas e interdependientes, y que cada una cumple una función necesaria en la vida de un grupo. 8) Método estructural. Se realiza por medio de un análisis de la sociedad en sus relaciones formales. Con respecto al método estructural existen dudas fundadas sobre su naturaleza. En realidad es un enfoque en cuanto que no indica cómo se va a estudiar los fenómenos y procesos sociales, sino que indica qué es lo que se va a estudiar (la estructura). En un sentido riguroso, como indica Grawitz (pp. 389-390) no se trata, entonces, de un método.

Esto no quiere decir que el enfoque estructural tenga menor validez por ser o no ser método. Todos los métodos anteriormente indicados estudian, con mayor o menor énfasis, las estructuras sociales,

pero para poder avanzar en sus estudios requieren del enfoque estructural en cuanto éste les permite detectar las interrelaciones en la sociedad global. Además, como plantea Grawitz (390-391) los logros de los estructuralistas en la lingüística (Chomsky), la antropología (Levi-Strauss), la economía (Ricardo, Marx, Schumpeter) y la sicología (Gestalt) se han obtenido no a través del diseño de nuevos métodos, sino optimizando los ya existentes con el enfoque estructural que les permite estudiar sistemáticamente la totalidad de los fenómenos sociales. Que el enfoque estructuralista puede dar lugar al empleo de muy diferentes métodos, se puede ilustrar a través de dos de sus representantes. Por ejemplo, dentro de los estructuralistas se puede oponer a Foucault, quien investigó estructuras que se modifican y que determinan el marco de los episodios culturales ("episteme"), con el conocimiento intuitivo en el análisis de la violencia irracional en Chomsky. La estructura en un sistema social no es una cosa palpable, sino el producto del sentido. La estructura social que se puede describir es una abstracción basada en la observación de los productos y efectos de una estructura que se define por las relaciones sociales. En el concepto sociológico de estructura se toman en cuenta los elementos de la organización del sistema y las relaciones entre sistemas y la sociedad global, inclusive las modificaciones en las relaciones internas y externas de la sociedad. El avance metodológico presentado con este enfoque se manifiesta al considerar los elementos en una forma no aislada sino en interdependencia con los demás elementos del sistema. Un punto central en el enfoque estructural es que la estructura puede mantenerse aunque haya variaciones en sus componentes, lo que da pie a algunas críticas, como son las siguientes: el estructuralismo puede pecar de: a) constructivismo, es decir, describe las relaciones entre los elementos a la manera de la construcción de un edificio en el que se pueden modificar elementos pero el edificio mantiene sus características; b) ausencia de una visión dinámica que sólo observa la relación entre la estructura y el sistema existente en este momento, y c) una tendencia al objetivismo, es decir, resta importancia al sujeto y a la irracionalidad. A pesar de estas críticas, hay que reconocer que el estructuralismo hace hincapié en la diferencia entre las leyes naturales y las leyes sociales, y busca la explicación de las estructuras sociales en los sistemas en los que están enmarcadas. Además propone un modelo explicativo que a su vez proporciona reglas y normas para determinar la validez del modelo teórico. En este sentido, proporciona elementos metodológicos que pueden servir para una mejor aproximación a la realidad social, sobre todo porque trata de rescatar los elementos esenciales de los sistemas sociales. 9) Método estructural-funcional. Parte de los mismos supuestos que el método anteriormente indicado y pone énfasis en las estructuras sociales y en las instituciones (véase las obras de Parsons y Merton entre otras). Este método consiste en procedimientos y técnicas para investigar la función de los fenómenos sociales en la estructura de la sociedad. Su fundamentación filosófica se halla en el positivismo.

En el estructural-funcionalismo existen teorías de alcance medio y no integradas en un sistema global teórico. Por consiguiente, resulta difícil plantear investigaciones en esta corriente sociológica, para señalar las bases de un desarrollo integrado, en tanto que el marco teórico que fundamenta estas investigaciones no presenta tal integración. La metodología de los procesos de investigación no puede ser separada del sistema teórico del conocimiento. Las teorías pueden poseer distintos grados de generalización de los procesos y fenómenos sociales investigados, lo que dificulta la interpretación y hace que el cúmulo de datos se quede en el nivel descriptivo. 10) Método dialéctico. La dialéctica busca una explicación de las contradicciones y conflictos en la sociedad, formulando de esta manera una relación dialéctica respecto al objeto (véase 4.2.2 La dialéctica). Evidentemente, hay que observar que se puede utilizar una combinación de varios métodos en una investigación social. Otra tipología referente a los métodos de investigación social está basada en los diferentes enfoques en la sociología: l) Sociología empírica (parte de las experiencias observables). 2) Sociología fenomenológica (se ocupa más de lo subjetivo de los fenómenos). 3) Sociología dialéctico-crítica (busca un análisis de los problemas socialmente relevantes y el conocimiento histórico y universal). 4) Sociología inductiva (pone énfasis en la población, los procesos y los hechos empíricos sobre la teoría). 5) Sociología deductivo-analítica (emplea la teoría y conocimientos generalizados para analizar ciertos fenómenos). Se presenta como otro ejemplo, el esquema de los diversos métodos de Grawitz en la página anterior, con la aclaración que no sigue un criterio coherente, está lejos de ser completo (ni pretende serlo) y la inducción y deducción se consideran como procedimientos, es decir, partes de otros métodos. No es, entonces, una tipología en el sentido estricto, sino presenta un panorama amplio de métodos empleados en las ciencias sociales. Por otra parte se observa, que cada tipología difiere según los criterios que se manejan. 4.3.1 El método sincrónico y diacrónico Un debate de gran importancia para la educación de adultos es aquel que, en el sentido metodológico, trata acerca de dos diferentes maneras de interpretar o de explicar ciertos fenómenos sociales. La explicación de un fenómeno en el sentido científico, es un intento por mostrar las relaciones de ese fenómeno con otros y de tal manera hacer comprensible por qué un cierto fenómeno se da o puede darse.

El método sincrónico explica los fenómenos sociales a través de sus relaciones con fenómenos que se dan en el mismo tiempo.

El método diacrónico explica los fenómenos comparándolos con otros que se han presentado anteriormente. En este método se perciben los fenómenos sociales como una fase en un proceso dinámico. Los funcionalistas y los estructural-funcionalistas optan casi siempre por el método sincrónico, lo que les ha llevado a tener muchos problemas para explicar el cambio social. Para entender los problemas relevantes en la educación de adultos, conviene percibirlos dentro de un proceso histórico y en relación con otros factores y fenómenos. Hay que recordar aquí que el método sincrónico requiere, por lo general, un conocimiento mucho menos profundo de una situación específica y menos tiempo. El problema del "por qué" del comportamiento social, es decir de la motivación y del "para qué", o sea el objetivo y la meta, se logran definir con más precisión con el método diacrónico. Un peligro que se manifiesta muchas veces en las investigaciones sincrónicas es la tendencia a tomar la estructura social, tanto como la cultural (normas, reglas, valores) y, sobre todo, el orden social, en el momento que se realiza la investigación, como una situación fija y no como una fase en un proceso histórico y, por ende, dinámico. Un problema del método diacrónico es que muchas veces se queda a nivel descriptivo sin facilitar la generalización de sus datos. El método diacrónico no tiene que convertirse en una descripción histórica, sino dirigirse, en la selección e interpretación de la información, hacia los objetivos específicos de la investigación. La educación de adultos se dirige al aprendizaje de las personas quienes, contrariamente al niño, ya tienen un bagaje de experiencias vivenciales. No empieza a aprender dado que a través de las modalidades educativas informal y no-formal ha logrado ya muchos conocimientos sociales, económicos y políticos y tiene ciertos criterios sobre lo que es relevante para él de aprender. Como se ha indicado en el Capítulo 2 la educación de adultos se inscribe en la educación permanente. Este marco la aparta de una visión sincrónica. Así también el hecho que la educación de adultos esté integrada en el desarrollo global hace que el método diacrónico sea el más indicado para producir conocimientos relevantes para guiar y ajustar las acciones de la misma en los contextos socio-económicos específicos. 4.4 Investigación Cualitativa Versus Investigación Cuantitativa 4.4.1 Los métodos cuantitativos 4.4.2 Los métodos cualitativos El método cualitativo es más comprensivo, y por ello puede aplicarse a análisis globales de casos específicos, en tanto que el método cuantitativo es más parcial pues estudia aspectos particulares o generaliza pero desde una sola perspectiva. El modelo cuantitativo generaliza y presupone, para alcanzar mayor validez, un conocimiento cualitativo y teórico bien desarrollado, condición que muchas veces queda fuera de consideración en la práctica de la investigación cuantitativa. La crítica a la investigación cuantitativa no se dirige en contra de su método en general, sino en contra de la aplicación única del mismo para investigar la realidad social.

Los problemas y procesos relevantes para la educación de adultos, tienen un carácter meramente cualitativo. Antes de establecer la medición cuantitativa, vale la pena cualificar los problemas y necesidades y en ambos determinar las prioridades como factores a investigarse. A partir de ahí se puede recurrir a la medición de ciertas variables a través de la determinación de los indicadores. También cabe señalar aquí las preguntas que se necesitan plantear como son: Es cuantificable el fenómeno que queremos observar y a través de cuáles indicadores? ¿Es precisa la información que así logramos y es válida tanto como confiable? ¿Existe un análisis adecuado para saber si lo que dice la gente corresponde a lo que realmente es o a lo que hace? Si a estas preguntas se puede contestar positivamente, es probable que la investigación Cuantitativa nos proporcione información adicional valiosa. El cuestionamiento anterior nos lleva a la posición de sostener que no son incompatibles el método cualitativo y el cuantitativo, sino que hay una complementariedad, aunque existe entre los dos una diferencia muy marcada ya que estos dos métodos pueden servir a objetivos muy diferentes, tratando el mismo tema. Queremos aquí aportar justamente un modelo de investigación más cauteloso de los procesos de la educación de adultos, en tanto que apuntan a cuestiones cualitativas. Es decir, se parte de la base que los fenómenos cualitativos no se pueden reducir a datos cuantitativos. Es obvio, no obstante, que ciertos hechos pueden ser cuantificados, y tienen que ser considerados de tal manera. Por otra parte hay que recordar que un problema es siempre cualitativo. Un problema se puede definir como la diferencia entre una situación que existe en la realidad de una persona o de un grupo y una situación deseada (ideal). En realidad la formulación del problema es el elemento central en la investigación social y la guía para la formulación de eventuales hipótesis; no obstante, la demostración o la refutación de las hipótesis depende en muchos casos del análisis de los datos cuantitativos. Lo que se puede observar en la investigación tradicional es el movimiento del inicio cualitativo (del problema) a la conjugación de los datos en las hipótesis, que es principalmente cuantitativo y su interpretación que es otra vez cualitativa. Los métodos cuantitativo y cualitativo son ambos principalmente empíricos y emplean la observación. El ciclo empírico consiste en las siguientes fases:

a. La observación,

b. La inducción,

c. La deducción,

d. La verificación o comprobación,

e. La evaluación.

La última fase eventualmente establece las pautas para una precisión de la observación, iniciándose nuevamente el proceso a otro nivel. Los planteamientos de Pablo González Casanova resumen algunos de los puntos más importantes de la discusión sobre los métodos cuantitativos y cualitativos.

l) "Cuando al proceso de oscurecimiento de las categorías que están en la base de la investigación corresponde un esclarecimiento y precisión, en la medición de los fenómenos sociales, como ocurre con gran parte de la investigación empírica contemporánea, surge la falsa idea de un rigor científico que nada tiene que ver con la política, y el investigador oculta el origen 'moral' de su ciencia en el terreno de la precisión matemática. Pero el problema radica en que esta precisión depende de las categorías que sirven para distinguir el mundo social que se mide. El problema se manifiesta así de modo más evidente en los estilos de análisis 'cualitativo' y cuantitativo, y en el énfasis que se pone en uno y otro" (González Casanova, 1975, p. 17). 2) "Cabe pues preguntarse ¿de qué dependen este énfasis y esta perspectiva, que dan prioridad a los métodos cuantitativos en la investigación empírica y descuidan los métodos cualitativos?" (González Casanova, p. 22). 3) "El 'estilo' cuantitativo de las ciencias sociales, la perspectiva y el énfasis cuantitativo están relacionados con muchas otras características del investigador. En términos generales puede decirse que el análisis cuantitativo es típico sobre todo de la sociología norteamericana frente a la sociología de otras naciones, de los jóvenes sociólogos frente a los viejos e impresionistas. Es un estilo ligado particularmente al empirismo y a la ideología del proceso en las ciencias sociales. Con frecuencia sólo se le contempla bajo esta perspectiva. Pero el estilo cuantitativo está asociado también -como énfasis, como perspectiva- a posiciones políticas. La elección de estilo corresponde a posiciones políticas distintas, en relación con el sistema social en que trabaja el investigador y con el statu quo" (González Casanova p. 23). 4) "No es casual la selección de ciertos métodos. Puede decirse que no toda posición ideológica o política conservadora del conjunto hace énfasis en los métodos cuantitativos, pero en la sociedad industrial, cuando se enfatiza en los métodos cuantitativos hay una alta probabilidad de que se tenga una posición conservadora del conjunto social o del sistema social al que se pertenece" (González Casanova, p. 23).

4.4.1 Los métodos cuantitativos Dentro de todos los análisis de los métodos cuantitativos podemos encontrar una característica basada en el positivismo como fuente epistemológica, que es el énfasis en la precisión de los procedimientos para la medición. Otra característica predominante de los métodos cuantitativos es la selección subjetiva e intersubjetiva de indicadores (a través de conceptos y variables) de ciertos elementos de procesos, hechos, estructuras y personas. Estos elementos no conforman en su totalidad, los procesos o las personas (de allí se deriva el debate entre los cuantitativistas que nunca ven un fenómeno integrado, sino siempre conjuntos de partículas de los fenómenos relacionados con la observación, y los cualitativistas que no pueden percibir los elementos generados que comparten los fenómenos). Lo anterior está relacionado con una tercera característica también nacida del positivismo, que es la búsqueda de la generalización (Ej. personas más largas pesan más: r=O.75; es decir, las variaciones en el peso de las personas se pueden explicar con un grado de seguridad de 0.75, midiendo su altura). 4.4.1.1 Limitaciones de los métodos de la investigación cuantitativa

Asti Vera (1973, pp. 66-67) menciona el juicio emitido por Sorokin en forma de una advertencia que no ha perdido actualidad: "En la rabiosa epidemia de cuantofrenia, todo el mundo puede ser 'investigador' y un 'indagador científico', a causa de que todo el mundo puede disponer de unas cuartillas, llenarlas con toda clase de preguntas, enviar los cuestionarios a todos los sujetos posibles,

recibir las respuestas, clasificarlas de este o aquel modo, someterlas a una máquina de tabular, colocar los resultados en varias tablas con todos los porcentajes computados mecánicamente, los coeficientes de correlación, los índices, las desviaciones y los errores probables y luego escribir un ensayo o un libro lleno de impresionantes tablas, fórmulas, índices y otras evidencias de una investigación 'objetiva, esmerada, precisa, cuantitativa'. Estos ritos son típicos en la 'investigación cuantitativa contemporánea' en la sociología, psicología y otras ciencias psicosociales. Pueden ser oficiados mecánicamente por una fila de personas ligeramente entrenadas en la representación de estos ritos". Asti Vera (p. 67), sigue de la siguiente manera: "Al margen de las posibilidades señaladas de tratamiento matemático de fenómenos sociales reductibles a unidades escalares, toda proyección abusiva de técnicas cuantificadas sobre la sociología implica varios riesgos de distorsión, el menor de los cuales no es ciertamente la conversión deformante de lo cualitativo en cantidades artificialmente calculadas sobre datos previamente transmutados ad hoc. Desde este punto de vista, suscribimos el juicio lapidario de Sorokin y las prudentes advertencias de Hayman". Sorokin ha indicado el peligro de: a) la subjetividad disfrazada cuantitativamente, b) la conjugación cuantitativa de agrupaciones para estudiar los sistemas sociales, y c) tomar una parte del sistema como variable independiente (causa) y todo el sistema como variable dependiente, o sea el simplismo teórico que considera que un factor puede explicar el funcionamiento de un sistema social. Hayman advierte contra el empleo a-crítico de los procedimientos estadísticos y selección de problemas adaptados a las técnicas estadísticas. Otro autor nos menciona algunas limitaciones que se refieren a la validez del método cuantitativo, especialmente la encuesta, en el artículo "La subjetividad en la investigación social" (Ten Have, 1977): "Muchos de los conocimientos que nos llegan a través de la investigación de campo no existen sin este investigador. Las personas tienen opiniones, actitudes, sentimientos, valores, ideas y comportamientos, no como características establecidas, listos para ser cosechados por cualquiera en cualquier momento". El primer y segundo comentarios se refieren al mal empleo de la encuesta. El tercer comentario se refiere directamente a un supuesto (erróneo por no corresponder a la realidad) inherente al método de encuesta, en el mismo tono que Hannah Arendt lo expresó tan acertadamente: "El problema es que el hombre puede engañar". 4.4.1.2 El método de la encuesta El representante más destacado del método cuantitativo es la encuesta. La encuesta es un método de investigación compatible con el empleo de varias técnicas e instrumentos de recolección de datos, como son: la entrevista, el cuestionario, la observación, el test, etc. Se considera a la encuesta como un método (Lazarsfeld, 1971, pp. 193-194, lo menciona como técnica), para indicar que el investigador no se guía por sus propias suposiciones y observaciones, sino prefiere dejarse guiar por las opiniones, actitudes o preferencias del público para lograr ciertos conocimientos. Es un método que permite explorar sistemáticamente lo que otras personas saben, sienten, profesan o creen.

La encuesta de opinión pública, como se realiza habitualmente, "... representa una serie de entrevistas personales breves pero estandarizadas, en las cuales los entrevistadores formulan siempre las mismas preguntas y las respuestas de los entrevistados se limitan a unas pocas

categorías" (Travers, 1971, p. 245). Sin embargo, se puede aplicar una encuesta con entrevistas libres, o no estructuradas, en las cuales se busca, después de la recolección de datos, las categorías de las respuestas para poder codificarlas. Cuando el universo es grande se toma una muestra, por medio de la cual se reúnen datos acerca de una población más pequeña; a partir de ellos se puede hacer injerencias acerca de todo el universo. Grawitz (Tomo I, pp. 349-356), distingue los siguientes tipos de encuestas: a) Según la dimensión:

1. Estudio de áreas. "Los factores de medición son de órdenes muy diversas, la observación afecta a puntos de vista diferentes y tiene por objetivo toda una región, un país o incluso varios".

2. Estudio de casos. "Este tipo de encuesta se caracteriza por su objetivo: recoger la máxima cantidad de datos sobre un tema concreto y limitado, en general con un simple deseo de información, de descripción o de clasificación, sin segundas intenciones respecto a su medición".

b) Según el grado de precisión o medida:

1. Las encuestas de exploración. No parten de una hipótesis y son más bien de tipo descriptivo.

2. Las encuestas de análisis o de diagnóstico. Se trata de buscar una respuesta a una cuestión práctica; se necesita precisar las variables que intervienen.

3. Las encuestas experimentales. En éstas se trata de verificar hipótesis.

4.4.1.2.1 Limitaciones de la encuesta Muchísimos autores han vertido sus críticas al método de encuesta en un sinnúmero de documentos. Entre estas críticas podemos distinguir aquéllas que se dirigen a las características del propio método (los problemas epistemológicos), y aquellas que apuntan al mal empleo del método de encuesta o de las técnicas, como las entrevistas y cuestionarios, que comúnmente lo acompañan, así como de los instrumentos, tales como escalas, preguntas proyectivas, etc. En este trabajo seleccionamos las críticas que cuestionan el método de encuesta por sus propias características. 1.- "El método de encuesta es individualistas". Con este método se observa al individuo fuera de su contexto social. Se pierde de vista cómo actúa y reacciona en su grupo. Tal vez este método es un reflejo de una sociedad individualista, y contiene, en su manera de tratar a la gente, implicaciones ideológicas (De Schutter, 1974, p. 7).

Es característica de la encuesta tradicional mostrar como relevante al individuo, y tomar a éste como la unidad social, de tal manera que las respuestas que el individuo da a los cuestionarios o entrevistas que se le presentan, en lugar de tomarse como cuestiones a las que ha respondido una persona o grupo de personas, se universalizan de tal modo que el individuo es arrancado de su contexto social, y se le hace aparecer en la muestra como una sociedad constituida por una sola persona que debe ser comparada con otra sociedad de una sola persona también. "En sociedades muy heterogéneas, este tipo de muestras pierde toda significación" (Galtung, J. Tomo 1, 1968, p. 195). "Un proceso de investigación que saca la información de individuos aislados el uno del otro y que reúne esto en un único juego de cifras, lo hace a costa de reducir la complejidad y riqueza " de la experiencia humana. Las respuestas sociales a los problemas dadas por grupos de gentes, no son

necesariamente iguales al total de las respuestas individuales de las personas que actúan solas" (Hall y Gilette, 1978, p. 5). 2.- "La aproximación de la investigación por medio de la encuesta simplifica demasiado la realidad social y por tanto es inexacta" (Hall y Gilette, 1978, p. 5). "La encuesta pone al encuestado en un papel pasivo. Se siente examinado, inclusive por un ser extraño y será poco probable que responda igual en todos los aspectos, que en una discusión con conocidos. Ni sabe él cómo van a utilizar sus opiniones (en pro o en contra de él). Se presupone además una correspondencia entre actitud y conducta, "entre lo que hace y lo que dice" (De Schutter, 1974, p. 8). "Sólo tiene aplicabilidad en un rango medio de posición social, pero existe tremenda posibilidad de error en la periferia social, por lo que sólo tendrá cierto grado de validez cuando se trabaje con distancias sociales muy cortas" (Galtung, J., 1968, Tomo 1, p. 190). Podemos agregar que, por las características propias de la encuesta, se pierde el carácter único de la persona, de un proceso o de un fenómeno social, al dividirlos en una serie de características o elementos (indicadores) luego sumarlos. Lazarsfeld (1971, p. 19), un decidido defensor del método de la encuesta, advierte que es una falla fundamental de esta estrategia el que, en la información a un nivel elevado de generalización, se descuiden los detalles. La encuesta no puede medir el proceso entre opinión y cambio social. Puede ser suficiente que haya dos personas entre cien que opinen qué es lo que sería útil modificar para que sea significativo. Pone grupos minoritarios estadísticamente en el campo de "no significante". El método de la encuesta funciona mejor en una sociedad con escaso conflicto interno, con cambios lentos y con un alto grado de correspondencia entre pensamiento, palabra y acción (si es que tal sociedad existiera). Otro factor que influye en la inexactitud de la encuesta es el hecho de que se está pidiendo la colaboración de los sujetos en un trabajo en el que ellos no han participado ni en la formulación de los objetivos, ni en el contenido. La gente no sabe para qué se va a utilizar la información que se le pide ni a nivel personal ni a nivel grupal. Katz y Festinger (1953, pp. 62-64), manifiestan que poder acertadamente "cuantificar respuestas manifestadas por los encuestados depende de su cooperación Voluntaria". Como esta colaboración se pide generalmente ad hoc, sin que la persona se sienta comprometida, existe un riesgo más de inexactitud. También el hecho de que, muy raras veces, todas las personas seleccionadas contesten a todas las preguntas, lleva a una visión (cuantitativamente) distorsionada de la realidad. 3.- "La investigación por medio de la encuesta tiene frecuentemente un carácter alienante, dominante u opresivo'. (Hall y Gilette, 1974, p. 7). "La encuesta está basada en una idea falsa de democracia. Así como se respondió de tal o cual manera, también existen otras muchas posibles respuestas, casi tantas como encuestados haya, o, en el mejor de los casos, se responde aquello que favorece a sus propios intereses o bien al pequeño grupo social a que pertenecen; pero casi nunca estas respuestas son representativas de toda la sociedad" (Galtung, 1968, Tomo 1, p. 193).

"La encuesta tiene como tema el interés del investigador (o de la institución para la que trabaja), que no necesariamente coincide con la preocupación de los grupos encuestados. Además, por lo general el investigador es poco sensible a elementos culturales que no conoce" (De Schutter, 1974, p. 8).

La encuesta es parcial porque nos presenta una sociedad menos conflictiva de lo que es, y sólo nos muestra una cara de esa realidad, debido a las dificultades para hacer investigaciones en ambas partes de un conflicto a un mismo tiempo. Ya el mero hecho de tratar a las personas como objetos de una investigación, para proporcionar información sobre temas que el investigador indica, es alienante. 4.-"El método de encuesta es demasiado estático. La encuesta capta lo que en un momento dado se ha manifestado pero no asimila a corto plazo los cambios que pueden darse en la sociedad. Por lo tanto la encuesta no será útil para detectar cambios bruscos y de gran magnitud, que son muy frecuentes en las sociedades (sobre todo en Latinoamérica)" (Galtung, 1968, Tomo 1, p. 89). Hall y Gilette (1978, pp. 6-7) hacen la misma crítica indicando que esta característica lleva a mayor inexactitud en el conocimiento de una realidad, porque es su presentación de una imagen estática de la realidad, una fotografía de un grupo de personas que no tienen ni un pasado ni un futuro. El mero hecho de que el "Survey"' sea a-histórico representa una fuerte limitación; el cambio social es un proceso continuo, un movimiento dialéctico de un polo al otro a través del tiempo. La manera como la gente responde un día bajo un conjunto de condiciones, no garantiza de ningún modo una reacción parecida en otro tiempo. 5.-La utilidad de la investigación por medio de la encuesta para las acciones subsiguientes y la toma de decisiones es dudosa. Además, los datos obtenidos de las investigaciones por medio de la encuesta representan en muchas ocasiones grandes problemas para los organismos gubernamentales y no gubernamentales en cuanto a su interpretación y su significado para el planeamiento, la orientación y la implementación de acciones concretas. Hall y Gilette (1978, p. 9) lo expresan de la manera siguiente: "La investigación por medio de la encuesta no se relaciona fácilmente con acciones subsiguientes. Gran parte de la investigación en la Educación de Adultos está orientada hacia la acción. Puede ser un intento para determinar las necesidades educativas de una comunidad o un intento para modificar los programas existentes a través de un proceso de evaluación-investigación. En ambos casos se supone que, cuando se hacen cambios, la gente en la comunidad o los participantes en el programa de educación de adultos participan más activamente, más eficazmente o adquieren más beneficios que los que tenían antes. Los principios básicos de la planificación ponen de relieve que la probabilidad de una participación plena y efectiva en cualquier aventura educativa, política o social mejora implicando a los que aspiran a participar en el proceso de la toma de decisiones". 6.- La encuesta no es coherente con la participación. La educación de adultos, por ejemplo, requiere de una estrategia especial para lograr una motivación por parte de los sujetos de este proceso, desde el inicio del mismo. Esto quiere decir que la educación de adultos tiene que responder a sus necesidades. Tal afirmación implica que la motivación tiene que darse ya durante el proceso de la investigación misma, o sea se tendría que emplear métodos de investigación que no restrinjan el papel del adulto a dar una respuesta limitada a unas preguntas cuya relevancia para su situación, difícilmente puede adivinar (como es el caso en el método de la encuesta). La búsqueda tendría que ser guiada por un criterio de coherencia, con la participación activa del sujeto en las decisiones sobre la investigación, desde el planteamiento de los objetivos hasta la interpretación de los datos.

Los sujetos deben tener elementos de juicio para poder participar, tanto en el planteamiento de las acciones en el proceso de educación de adultos, como en su propio aprendizaje -en base al

conocimiento de las alternativas posibles- y en el conocimiento de su realidad social (económica, política, cultural). Métodos como la encuesta se oponen, en gran parte, a lo anteriormente expuesto. 4.4.1.2.2 Ventajas de la encuesta Aunque este documento está orientado hacia la búsqueda de métodos alternativos de investigación, que son más adecuados para el proceso total de la educación de adultos, no se quiere soslayar la mención de ciertas ventajas que tiene el método de la encuesta. No obstante, haremos sólo una pequeña enumeración, ya que existe abundante bibliografía sobre este método que, en las últimas décadas, casi ha conseguido el monopolio de la investigación empírica en las ciencias sociales. Sobre todo en las traducciones del inglés de los manuales clásicos, de Festinger y Katz, Kerlinger, Hayman, Blalock, Goode y Hatt, Lazarsfeld, etc. La encuesta y sus técnicas de entrevista y el cuestionario, junto con el análisis de datos estadísticos ocupa un espacio amplio en aquéllos. Lazarsfeld (1971) menciona que a través de un tratamiento estadístico de los datos que se pueden comprobar las hipótesis. Otra ventaja que menciona es la posibilidad de generalizar, a partir de las muestras, los universos. Además afirma que las encuestas tienen gran margen de validez en grupos y sociedades relativamente homogéneas o en grupos sociales en que cada individuo cuenta como cualquier otro. No obstante cabe plantearse dos preguntas: a) ¿En qué aspectos son homogéneos estos grupos y sociedades? y b) ¿Cómo podemos saber de antemano si son homogéneos o no? y si es que lo sabemos de antemano ¿pues para qué investigar? Festinger y Katz (1975, pp. 62-65) mencionan otras ventajas como son: l) "En una encuesta se puede hacer un gran número de preguntas". Podemos agregar:... y en poco tiempo. Aunque lo anterior es cierto, nos queda la duda sobre la autenticidad y la profundidad de las respuestas obtenidas. Festinger y Katz afirman que con un lapso grande de tiempo y con un buen equipo de, especialistas, el método de encuestas puede ser una buena estrategia para la recopilación y análisis de los datos. Aunque estamos de acuerdo con esta observación, es necesario señalar que estas condiciones se dan raras veces en América Latina, especialmente en zonas marginadas. Con los requisitos enunciados por los autores citados -mucho dinero y condiciones favorables- cualquier método de investigación resulta "atractivo". Otras posibles ventajas del método de la encuesta es la división de ésta según la técnica empleada (De Schutter, 1974 p. 9). Ventajas del Cuestionario: requiere menos habilidad para administrarlo puede ser enviado por correo tiene un vocabulario estandarizado, un mismo orden de preguntas, instrucciones comunes, asegurando así más uniformidad, sistematización, posibilidad de comparación y de generalización.

La entrevista menos estructurada: más participativa. Da más posibilidades de expresarse al entrevistado

mayor flexibilidad. Puede adaptarse a la información que puede suministrar el entrevistado y tener en cuenta su enfoque de la problemática.

Lo último es también cierto, pero se pierden en cierta medida la homogeneidad y sistematización de la información lograda lo que disminuye algunas ventajas conseguidas con este método. 4.4.1.2.3 La utilidad de la encuesta La idea de aplicar una encuesta a los propios investigadores sociales parece atractiva. Obtendremos datos precisos, puede ser por ejemplo que el 92.75% emplea el método de la encuesta. En la búsqueda de los motivos de su preferencia por este método estableceremos muchas categorías y combinaciones de motivos como pueden ser: el único que conozco, el más seguro, el más preciso, presentación de mucha información controlable (cuantitativa), el más rápido, etc. Queda la dificultad de interpretar tales informaciones y saber qué planificar para esta comunidad de investigadores acerca de lo que sería adecuado a sus necesidades. Lo más probable es que lleguemos a la conclusión (como muchos de ellos en sus trabajos) que se necesita seguir con otras investigaciones para precisar los conocimientos sobre este problema. En cambio, aunque puede ser visto como menos científico, nos reuniremos con un grupo de ellos para definir cuáles han sido los problemas en la aplicación de este método, que se supone conocen mejor que nadie y buscaremos alternativas adecuadas (que pueden ser muchas) para ciertas situaciones y problemas específicos. .5 La objetividad de la investigación social Se aspira en la investigación social a la mayor objetividad posible. Sin embargo la objetividad no implica la neutralidad. Ninguna investigación social puede ser neutral. La pretensión de neutralidad en la investigación social se traduce por lo común, en una puesta al servicio del poder dominante. Toda investigación social siempre tiene un objetivo (el por qué), un fin (el para qué) y unos destinatarios (para quiénes), aunque no necesariamente estén explicitados. O sea, la no neutralidad de la investigación social se halla exactamente en su sentido mismo. Dentro de éste habrá que intentar lograr la mayor objetividad posible. Los métodos cualitativos buscan tratar a los grupos, procesos, personas, como sujetos, con todas sus características particulares y con sus diferencias de tiempo y espacio. En los métodos cuantitativos, por el contrario, se trata a los fenómenos investigados como objetos de su investigación. Las características de tales fenómenos, grupos o personas son desagregadas en determinados factores y elementos que, a través de la abstracción, se operacionalizan. Por medio de este proceso de abstracción se logra objetivizar el conocimiento de la realidad, ya "limpio" de sus características particulares, presentándose las generalizaciones como categorías a través de los datos estadísticos. A pesar de todos estos procedimientos, hay que tener presente que "la objetividad en las ciencias sociales se logra generalmente a través de la intersubjetividad" (véase De Schutter, 1977).

Un gran problema en la recolección de datos está implícito en la pregunta: ¿la investigación social trata lo que la gente hace o de lo que dice? Es decir, si se trata de analizar sus expresiones verbales, sus actitudes, o su comportamiento. Resulta claro que no se puede percibir una actitud de manera directa: únicamente puede observarse su manifestación eventual a través del comportamiento. Por otra parte, una actitud no es algo real, sino una abstracción (un constructo) por parte del investigador. Por ejemplo, las escalas de Thurstone (1928 "Actitudes can be measured") para la medición de actitudes, facilitan la exclusión de la influencia personal del investigador. Pero aun en

este caso puede influir algún factor que haga que el encuestado exprese una actitud positiva, en la suposición que le favorece tal actitud. Otra tendencia señalada al respecto se manifiesta en la expresión de actitudes que el entrevistado cree que el investigador preferiría. Muchos ejemplos sobre lo expuesto se pueden encontrar en los estudios de E. J. Webb (1966) y L. Deutscher (1973), quienes demuestran con toda claridad la diferencia entre lo que la gente hace y lo que dice y también en el análisis realizado por Bovenkerk 1977 en su publicación "Palabras o Hechos". Estas observaciones ponen en duda muchos resultados de encuestas y entrevistas, instrumentos tan frecuentemente utilizados en las investigaciones sociales. Las posibilidades de aumentar la objetividad al respecto son múltiples, mayormente a través del examen de la validez y confiabilidad de las técnicas e instrumentos a utilizarse. La confiabilidad se puede aumentar a través de las siguientes técnicas: preguntas proyectivas; empleo de dos listas de preguntas, que tendrían que producir respuestas iguales; utilización conjunta de diferentes técnicas (por ejemplo, entrevista y experimento, etc.) y evidentemente la prueba previa de cualquier instrumento. 4.5.1 El problema de la interpretación de los datos Aunque el análisis en la investigación social sigue en parte reglas metodológicas, la interpretación de los resultados es la parte de la investigación donde más influye la subjetividad. Esta subjetividad tiene sus raíces en las fases anteriores, sobre todo en la conceptualización de los términos que se empleen para la interpretación de los resultados. "...la multiplicidad de puntos de vista a que puede llegarse en la interpretación de un hecho social, se halla, y no en escasa medida, determinada por el sistema conceptual que hayamos utilizado en la interpretación. Pero este sistema conceptual, nuestra definición de los conceptos, depende de nuestra posición y de nuestro punto de vista que, a su vez, está influido en gran parte, por las etapas inconscientes de nuestro pensamiento". (Mannheim, 1958, p. 166). En la misma obra, Mannheim sostiene (pp. 165-166) que los hechos se presentan al espíritu en un contexto social e intelectual, y para que puedan ser comprendidos y formulados se necesita la existencia de un aparato conceptual. González Seara, en la misma línea, sin negar la posibilidad de la investigación empírica ni la existencia de los hechos sociales, se apoya en Raymond Aron (1967, p. 365) para afirmar que las ciencias sociales interpretan y dan significado a los hechos sociales, diciendo: "Lo que se llama comprensión implica, precisamente, aprehender, captar la significación interna de los fenómenos sociales. Pero en esa captación es donde surge el problema, porque científicos distintos son capaces de captar 'significaciones' distintas, cuando no contradictorias, de un mismo hecho social" (González Seara, 1971, p. 357). La interpretación de las expresiones humanas (entre otras las expresiones verbales), es un punto central en la investigación social. La mención de un hecho como: "La educación formal está orientada a la obtención de un grado", puede ser interpretada por un investigador como una crítica a alguna situación, y por otro como la expresión de un interés.

Merton nos indica la relación entre lenguaje conceptual, percepción, pensamiento y conducta (más recientemente profundizado por autores como Chomsky y Mattelart): "En la investigación, como en las actividades menos disciplinadas, nuestro lenguaje conceptual tiende a fijar nuestras percepciones y, derivadamente, nuestro pensamiento y nuestra conducta. El concepto define la situación y el

investigador responde en consecuencia. El investigador obtiene consecuencias diferentes para la investigación empírica cuando cambia su aparato conceptual" (Merton, 1974, p. 101). Para la interpretación, o sea para darle sentido, a los datos descritos y analizados acerca de los procesos y hechos sociales, se requiere de un marco teórico específico para los fenómenos y relaciones que se estudian. De otra manera la investigación quedaría a nivel descriptivo o exploratorio, sin posibilidad para indicar el significado específico de los resultados. El materialismo dialéctico propone una solución para este problema a través de la construcción de las categorías de observación a partir de la realidad social específica. Estas categorías requieren de una conceptualización dentro del mismo marco teórico, en el que se indican las relaciones de estas categorías con las de nivel global. No obstante esta aclaración, de hecho muchas investigaciones de los marxistas emplean el aparato conceptual global del materialismo histórico para interpretar las realidades específicas sin recurrir a la construcción de las categorías relativas a estas realidades. 4.5.2 El problema de los valores en la investigación social En toda ciencia existe el problema de los valores, y quizás se necesita de la subjetividad explicitada, como indica Russell en "La perspectiva científica", (1974, pp. 213-221), para poder orientar a la ciencia y seleccionar los temas de investigación, trabajo que está fuertemente ligado a los valores culturales y políticos de una sociedad determinada y que se refleja en los criterios selectivos del investigador. En las ciencias sociales se agudiza el problema, especialmente por tratarse de una relación del investigador con sujetos (siendo el investigador un sujeto más, influido por valores sociales, de los cuales él puede estar más o menos consciente) a quienes resulta difícil convertir en objetos de investigación (a través del control completo de todas las variables independientes). Justamente por ser el investigador también un sujeto inserto en un sistema social, él no tiene que perder de vista las consecuencias prácticas de su actuación como científico. Se puede aquí tomar en cuenta la advertencia de González Casanova: "El problema esencial... de la ciencia social es que la teoría con que se trabaja, representa la posición política con que se obra, y que conforme desaparecen las categorías que están en la base de la investigación, las posiciones políticas de los participantes se oscurecen también, se borran sus fundamentos ideológicos. Cuando al proceso de oscurecimiento de las categorías que están en la base de la investigación corresponde un proceso de esclarecimiento y precisión en la medición de los fenómenos sociales, como ocurre en gran parte de la investigación empírica contemporánea, surge la falsa idea de un rigor científico que nada tiene que ver con la política, y el investigador oculta el origen 'moral' de su ciencia, lo sumerge en el subconsciente científico; su ego se siente seguro en el terreno de la precisión matemática" (González Casanova, 1973, pp. 16 y 17). Parece que uno de los mejores remedios, en general, para este problema es la explicitación de los elementos subjetivos: los supuestos, los valores, nuestro enfoque ideológico y metodológico, los objetivos de la investigación y el marco teórico en el que se basa la investigación. "Sabemos que la objetividad de nuestro conocimiento es limitada, que los valores orientan nuestro estudio, y que nuestros conceptos, elaborados desde supuestos ideológicos, conducen a una determinada interpretación de la realidad. Pero, por saber esto, debemos hacer patente cuáles son nuestros valores, empezando por ser nosotros mismos conscientes de ellos, y haciendo lo posible por separarlos de los resultados que encontremos en nuestras investigaciones" (González Seara, 1971, p. 361).

"Hay que distinguir la descripción de los hechos, que debe ser siempre objetiva, de la interpretación, que puede ser más personal, a condición que no se confundan ambas cosas. (Grawitz, 1975, Tomo 1, p. 270). Mansilla plantea, especialmente en el caso del positivismo, que la ideología está presente en cualquier método de investigación. Además sostiene, como se verá en la cita, que es recomendable que el investigador explicite los valores de los investigados a partir de su posición en el sistema social, vía que garantiza una mayor objetividad: (p. 87). Esta observación plantea uno de los fundamentos de la investigación participativa que reconoce y rescata el conocimiento del sujeto de su realidad social. En la investigación participativa se abre este camino para lograr una mayor objetividad en la interpretación de los hechos y procesos a partir de la explicitación de los valores tanto del investigador como de los sujetos de la investigación. Así, Mansilla señala: "Horkheimer, al igual que Adorno, exige que toda teoría crítica conciba al sujeto como conocedor a partir de las relaciones de la praxis social, a partir de su posición tanto en el proceso del trabajo como en el proceso de la ilustración de las fuerzas políticas sobre sus propios fines". (p.95). Todo investigador tiene que procurar la mayor objetividad posible, a través de la aplicación rigurosa de métodos, técnicas e instrumentos disponibles, evidenciando los elementos subjetivos que acompañan toda investigación social. La no explicitación de los valores subjetivos resulta, muchas veces, en un desconocimiento de los valores propios del investigador. Generalmente, estas investigaciones sirven para mantener el status quo, y no para aportar soluciones a problemas fundamentales, ni mucho menos para esclarecer situaciones conflictivas, como demostró Sánchez Vázquez en su artículo sobre "La ideología de la neutralidad ideológica en las ciencias sociales". (1975). 4.6 Comentarios sobre la opción metodológica Los métodos de investigación social nos indican cómo lograr conocimientos de una realidad social. El método no se puede analizar fuera de las relaciones sociales en las cuales está inserto el trabajo de investigación, el investigador y los investigados. Cualquier investigación tiene un objetivo: el porqué y el para qué en un contexto ideológico. Por otra parte, cualquier investigación trata una problemática específica en la realidad social (el qué de la investigación) sobre lo cual existe ya un cuerpo de conocimientos (la teoría). Asti Vera (p. 19) indica que: el punto de partida de la investigación es, pues, la existencia de un problema, que habrá de definir y analizar críticamente para poder luego intentar su solución. El primer paso será entonces delimitar el objeto de la investigación, el problema, dentro de los temas posibles". Sobre esto último recordemos el muy citado diálogo de Platón, "Menón", que es demasiado elocuente para no mencionarlo aquí: "¿Y cómo buscarás, oh Sócrates, lo que tu ignoras totalmente? Y de las cosas que ignoras, ¿cuál te propondrás investigar? Y si por ventura llegas a encontrarla, ¿cómo advertirás que ésa es la que tú no conoces?" - "Entiendo qué quieres decir Menón... Quieres decir que nadie puede indagar lo que sabe ni lo que no sabe; porque no investigaría lo que sabe, pues lo sabe; ni lo que no sabe, pues ni tan siquiera sabría lo que debe investigar".

Acerca del método habría que señalar que no existen métodos de validez absoluta en la investigación, que nos sirvan para todos los temas y situaciones. Además, no existen leyes y teorías universales que no puedan ser refutadas, ni es siempre necesaria la experiencia sensorial. Como plantea Paul Feyerabend, Contra el Método (1974, p. 15). "La idea de un método que contenga

principios científicos inalterables y absolutamente obligatorios que rijan los asuntos científicos, entra en dificultades al ser confrontada con los resultados de la investigación histórica. En ese momento nos encontramos con que no hay una sola regla, por plausible que sea, ni por firmemente basada en la epistemología que venga, que no sea infringida en una ocasión o en otra; llega a ser evidente que tales infracciones no ocurren accidentalmente, que no son el resultado de un conocimiento insuficiente o de una falta de atención que pudieran haberse evitado. Por el contrario, vemos que son necesarias para el progreso". En este capítulo se ha puesto especial interés en revisar los métodos cuantitativos. Esto se ha hecho con múltiples propósitos:

1. Por la proliferación del uso indiscriminado de estos métodos en las ciencias sociales.

2. Para distinguir las limitaciones intrínsecas al método, de aquellas atribuibles a los defectos en el empleo de este método.

3. Para precisar la utilidad y conveniencia de este método en la investigación cualitativa.

4. Para postular la necesidad de aplicarse en el uso de los métodos cualitativos en la investigación social, porque son éstos los únicos que permiten una cabal objetivación de los fenómenos, procesos y hechos sociales.

Las múltiples críticas al método cuantitativo no invalidan que éste permita la elaboración y el empleo cuidadoso de hipótesis, sino partiendo de un sólido marco teórico conceptual, en el que se tomen en cuenta experiencias anteriores, y generalizaciones en base a los mismos expresados en reglas, leyes y teorías. Del mismo modo las críticas al método cuantitativo deben llevar a que su empleo sea tan eficaz que le permita mantener su rango de método y no el de una mera técnica que es lo que ocurre frecuentemente con el uso reducido y parcial del cuestionario cuando no se aplica el resto de los procedimientos propios de éste y, sobre todo, careciendo de una fundamentación teórica referente al problema a investigarse. Por consiguiente, se logra llegar en estos casos hasta un análisis de los datos, pero no a una interpretación, lo que arroja un resultado muy pobre y muchas veces inútil, ya que no se sabe qué hacer con tales correlaciones, tablas y gráficas. Otras críticas mencionadas se refieren al empleo inoportuno del método cuantitativo. Allí se censura la validez de las técnicas y procedimientos para lograr ciertos conocimientos en una realidad determinada. Al intentar estudiar realidades globales puede ser que éstas no se presten a la cuantificación. Además existen procesos o fenómenos cuyo estudio presenta el mismo problema. Como una observación se puede indicar que en los métodos cualitativos, la validez es mayor por estar éstos más apegados a la realidad. Los métodos cuantitativos pueden, a su vez, presentar un alto nivel de confiabilidad por el grado de operacionalización de las variables. Existe una aparente paradoja en la tradición de las ciencias sociales, que por una parte nos indica que el método cualitativo sirve para investigar casos de una manera descriptiva, cuyos resultados nos pueden llevar a formular hipótesis. Por otra parte, otros autores (ejem. Nooy, 1977) nos indican que los métodos cuantitativos no son lo suficientemente específicos, por lo que sólo sirven para un cierto nivel de generalización del conocimiento y que para lograr mayor precisión se necesita recurrir a los métodos cualitativos.

Entonces, si necesitamos iniciar el trabajo de investigación con métodos cualitativos para obtener un conocimiento global, y asimismo lo necesitamos para precisar estos conocimientos, ¿en qué momento se debe recurrir a los métodos cuantitativos? En el apartado 4.4 se han indicado algunos criterios, como la existencia de conocimientos cualitativos y un marco teórico consistente.

En la práctica, en las investigaciones se emplean los métodos cuantitativos indiscriminadamente. Es contra esto que se dirigen las críticas en este apartado. La opción metodológica, o sea la selección de un método en la investigación social, no es casual, ni depende solamente del buen juicio del investigador ni de la acertada aplicación de criterios de las ciencias sociales. Los trabajos de investigación tienen objetivos internos, pero también tienen que servir a propósitos externos. Una buena parte de la investigación social tiene que servir para: a) apoyar a los organismos gubernamentales en la toma de decisiones, aportando alternativas dentro de sus políticas y estrategias; b) el diseño o el ajuste de planes y programas, y c) contribuir a la información sobre programas y proyectos en realización o realizados, inclusive los trabajos para la sistematización de experiencias innovadoras. Estas investigaciones que necesitan por lo general arrojar resultados a corto plazo, quedan a un nivel descriptivo exploratorio y emplean, casi siempre, muchos cuestionarios para entregar "datos manejables" a los que encargaron el trabajo. Las contribuciones de las investigaciones sociales a la producción de conocimientos que apoyan las teorías son una minoría. Lo que refuerza la impresión acerca de la investigación social ya indicada en este capítulo, es decir, que generalmente ésta se queda a nivel descriptivo. Por otra parte, la investigación aplicada, por lo general va dirigida a la solución de problemas concretos en programas, proyectos y acciones y se dirige además a situaciones a nivel micro. En estos casos existe mayor oportunidad para tratar a los investigados como sujetos de la investigación y de estudiar la totalidad de las relaciones sociales. Esto influye en la opción metodológica para enfocar la investigación, y por consiguiente también en la mayor libertad de seleccionar métodos, técnicas e instrumentos adecuados a la problemática a estudiarse. El análisis de los diferentes aspectos epistemológicos y metodológicos, en este capítulo, abre el paso para sentar nuevas alternativas para la investigación social en relación con la educación de adultos con sus enfoques y estrategias, según indicamos en los capítulos anteriores. No obstante, muchos de los "porqué" de la investigación participativa no se fundamentan solamente en las críticas a los demás métodos de investigación sino a la búsqueda de una conjugación de elementos válidos, en los mismos que pueden confluir en el empleo de la investigación participativa como una alternativa al lado de los métodos existentes. Esta alternativa puede tener importancia en la educación de adultos, especialmente en la modalidad no formal y para coadyuvar a definir las acciones que faciliten la liquidación de las estructuras sociales que mantienen a vastos sectores de la población en una situación de marginalidad.